El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha elegido el proyecto «Alzira, un riu de futur», presentado por el Ayuntamiento de Alzira, a la convocatoria para la elaboración de programas piloto de la Agenda Urbana Española en los municipios, cosa que comporta una subvención de 150.000 euros para la redacción del plan estratégico de este modelo futuro de ciudad. «Alzira, un riu de futur» es una iniciativa que impulsan conjuntamente las concejalías de Medio Ambiente y de Modernización, y que implicará a todo el entramado social de la ciudad con el objetivo de hacer del río Júcar el eje de la calidad ambiental local. Según explica el documento, la intención es «aprovechar la agenda urbana para definir un proyecto transversal que aglutine las vertientes urbanísticos, paisajísticas y de desarrollo urbano, que permita recuperar esa simbiosis entre Alzira y el Júcar». La propuesta también prevé «el ordenamiento del desarrollo urbanístico y la potenciación del comercio local, el uso de los calles por los ciudadanos, la movilidad sostenible y la descarbonización de la ciudad».
El documento establece nuevos retos que se tendrán que desarrollar para mejorar la calidad urbana. El primero de ellos es la consolidación del río Júcar como eje de calidad ambiental a través de tres líneas de acción: convertir el Hort de Redal en un gran parque fluvial periurbano, continuar con la red ciclopeatonal del Anillo Verde, y proteger el entorno para mantener el actual uso agrícola y su valor paisajístico. Según el concejal de Medio Ambiente, Pep Carreras, se trata de crear «un programa de futuro, lo más consensuado posible». El Hort de Redal «tiene las dimensiones y las condiciones para convertirlo en un gran parque con bosque de ribera, al estilo del paraje de la Xopera de Algemesí, un espacio que utilizan los vecinos como zona de esparcimiento, donde poder ir a estudiar, o a tomar el fresco en verano, donde poder escuchar conciertos y donde poder jugar; y si conseguimos un río limpio y le quitamos contaminación, podríamos tener una playa fluvial». Carreras confía en cuanto a que «la gente que vendrá estará más concienciada y debemos luchar para que las depuradoras limpien, que las aguas sanitarias vayan a las depuradoras, que no haya vertidos, en definitiva, implica entender que el río no es una alcantarilla».
Al plan estratégico «Alzira, riu de futur» se aborda también una de las principales problemáticas de la ciudad: establecer medidas para mitigar los efectos de las lluvias torrenciales. Para eso, prevén la implantación de tanques de tempestad inteligentes, así como aumentar la capacidad de drenaje del entramado urbano con sistemas de drenaje urbano sostenible.
Recuperar el centro histórico y mejorar los barrios degradados
La hoja de ruta afronta también actuaciones en el espacio público: en el centro histórico, para «impulsar su recuperación»; mientras que en la periferia, para incorporar barrios «inconexos y con elevados índices de degradación» a la ciudad. Sin olvidar, entre los retos de futuro, el impulso de la actividad comercial con «más espacio para los viandantes, más y mejor arbolado, menos coches que circulan y oferta de aparcamiento central y periférico», indica el documento.
En materia de movilidad sostenible, además de consolidar y ampliar la red ciclopeatonal, la propuesta quiere potenciar las vías rurales como elemento paisajístico y aborda una de las principales reivindicaciones vecinales: conectar la zona industrial con la ciudad. Hay una apuesta por los viandantes, con la reordenación de los grandes ejes de comunicación internos: lo que transcurre por la avenida de la Hispanidad, la plaza del Reino y Sants Patrons, y el eje formado por las calles Josefina Fernández-Pare Pompili; y también incluye la conversión en zona peatonal de la calle Major Sant Agustí.
El programa también se hace eco de la voluntad de impulsar la creación de comunidades energéticas locales y mitigar el impacto paisajístico de una de las actuaciones de mayor envergadura en la que ya está trabajando el Ayuntamiento: el canal interceptor de barrancos para canalizar las aguas.
El primer paso: la participación ciudadana
Hay un cronograma de 12 meses para ir cumpliendo los retos, y el programa detalla cuáles son las actuaciones que se tendrán que llevar a cabo, que están valoradas en 58,7 millones de euros. El primer paso es el proceso de participación ciudadana. De acuerdo con la propuesta, la voluntad del Ayuntamiento de Alzira es integrar en el proceso de elaboración al mayor número posible de agentes cívicos y sociales, cosa que consideran una «parte fundamental» del proyecto. Para eso, quieren identificar los grupos implicados y los mejores canales para comunicarse con ellos, intercambiar expectativas y, finalmente, añadir los resultados del proceso al Plan de Acción, que se redactará gracias a la aportación concedida por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Este documento recogerá los procesos de participación ciudadana, la propia elaboración del plan de acción y el proceso de comunicación, y está valorado en 149.000 euros. La voluntad del consistorio es «que no sea solo el ayuntamiento el que defina esta hoja de ruta, sino que participo todo el tejido social, asociativo, comercial y empresarial», ha asegurado la concejala de Modernización de Alzira, Letícia Piquero.
«Alzira, un riu de futur» es una propuesta que incorpora los criterios de sostenibilidad, de acuerdo con el programa de la Agenda Urbana 2030, al desarrollo de la capital de la Ribera Alta. Alzira es uno de los 4 municipios de la Comunidad Valenciana, además de las tres capitales de provincia, que han visto reconocidas sus propuestas de agenda urbana y el trabajo ya realizado en este ámbito de entre las 233 presentadas, destaca Piquero. Para Pep Carreras, «es una oportunidad de sumar aliados al diseño del futuro de Alzira, con el mayor consenso posible».